La cerámica gres es una técnica cerámica donde las piezas son quemadas a muy altas temperaturas (entre 1200 y 1300°C), lo que, al vitrificar la pasta y los esmaltes, les aporta gran impermeabilidad y dureza.

Los orígenes de esta ancestral y elaborada técnica artesanal se puede rastrear hasta el 1400 a.c. (entre las dinastías Han y Shan) en Asia.

Entre las virtudes que destacan la cerámica gres, están; su alta durabilidad y resistencia, versatilidad en diseños y su capacidad de mantener las temperaturas por tiempos prolongados en el caso de piezas utilitarias, las que también pueden ser expuestas a temperaturas de hasta 260º, resistiendo hornos, microhondas y lavavajillas.